Lluvia de chatarra, algo nada raro


Precisamente, lo raro es lo que ha ocurrido en los últimos días en Alicante y Murcia, donde esta misma semana se han encontrado restos de chatarra espacial procedentes de algún satélite o cohete.
El último de ellos apareció hace pocos días en un campo agrícola de Elda (Alicante). Era una pieza metálica de cuatro metros de longitud parcialmente calcinada.
El objeto, estudiado por expertos en navegación aérea, tenía los bordes metálicos deteriorados por el impacto contra el suelo y fue hallado en las Barrancadas, un término municipal no muy distante de Mula y Calasparra, en Murcia, donde en los últimos diez días también se han encontrado más restos de chatarra espacial.
Pero ¿hasta qué punto es normal esta lluvia de chatarra? y, sobre todo, ¿es peligrosa?.
En declaraciones a EFE, el director general de Elecnor Deimos, Miguel Belló, ha explicado que actualmente hay unos 17.000 objetos de más de diez centímetros orbitando la Tierra .
Antes o después, todos ellos atravesarán la atmósfera terrestre porque “lo que se pone en órbita baja, es frenado por la atmósfera hasta que cae. De hecho, todas las semanas caen objetos pero casi todos se desintegran, salvo los que están hechos con material refractario, nuclear o los grandes acoplamientos”.
El seguimiento que se hace de todos estos objetos es intenso: “sabemos más o menos dónde van a caer, y cuándo lo van a hacer, pero nunca se alerta a nadie porque en el 99,9% de los casos se desintegran. De hecho, lo que ha pasado en Murcia es raro. Lo normal es que las piezas de basura se desintegren al entrar en contacto con la atmósfera”, explica el responsable de esta empresa.
Elecnor Deimos forma parte del Space Survillance Tracking (SST), un programa de la Agencia Espacial Europea (ESA) diseñado para localizar y supervisar la trayectoria de los desechos espaciales y alertar a los operadores de satélites y a las administraciones públicas de los riesgos de una posible colisión, así como de las llamadas ‘re-entradas no controladas’.
Sistemas como este han hecho posible que nunca se haya registrado ningún accidente o herido desde que hay satélites en órbita.
De hecho, “hay más probabilidades de que te caiga un rayo que sufrir una accidente causado por basura espacial”, asegura Belló.
Astronautas y misiones espaciales en riesgo
Los que, por el contrario, sí corren riesgos son los astronautas y las misiones porque “a 25.000 kilómetros por hora, una partícula de pintura puede matar porque perfora el traje”, aunque el mayor peligro lo corren los satélites.
“Nosotros tenemos dos operando: el Deimos I y Deimos II, tenemos que maniobrar cada cierto tiempo para evitar chocar con basura espacial” y se han perdido misiones espaciales por esta causa”.
Sin embargo, insiste Belló, “el riesgo de colisión con la Tierra es muy bajo. Sólo hay dos antecedentes en la historia que pudieron crear problemas, la caída en los años 1970 de parte de un cohete Cosmos, cargado con energía nuclear, y otro en los Ándes, aunque en ambos casos cayeron en áreas despobladas”, recuerda.
De hecho, “tenemos a nuestro favor que tres cuartas partes de la Tierra son agua y que sólo el uno por ciento de los continentes está poblado, lo que significa que hay una gran probabilidad de que no ocurra nada”, asegura Belló.
El objeto “raro” caído en Sri Lanka
Fuera de España, esta misma mañana, los telescopios de medio mundo estaban pendientes de la caída de un objeto bautizado como WT1190F y descubierto en 2013 por “Catalina Sky Survey”, un programa operado por el Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona que utiliza datos de tres telescopios para buscar cometas, asteroides y objetos próximos a la Tierra.
La Agencia Espacial Europea (ESA) esperaba que el “raro” deshecho reingresara en la atmósfera terrestre alrededor de las 07:19 horas (06:19 GMT) de esta mañana frente a las costas de Sri Lanka.
Sin embargo, aunque los científicos del país asiático no han confirmado su avistamiento, los telescopios de la empresa española Elecnor Deimos sí han registrado “la señal” del objeto.
Miguel Belló ha dicho a EFE que los telescopios de la compañía han captado la señal del objeto caído esta mañana en el océano Índico.
De hecho, su localización geoespacial, en Puertollano (Ciudad Real), ha permitido que “fuéramos los únicos en el mundo capaces de ver la última parte de la trayectoria, el último arco, las últimas horas del objeto antes de caer”.
La señal recogida por Elecnor Deimos y ‘traducida’ por programas informáticos especializados, ha permitido reconstruir la trayectoria del objeto y saber muchas más cosas sobre esta pieza. “Sabemos que no ha modificado su órbita en los últimos días y que tiene baja densidad y masa” y, por la intensidad de luz, “también sabemos que este objeto está entre los dos o tres metros de tamaño”.
Según Belló, probablemente se trata del resto de algún cohete de una misión lunar o una misión Apollo o posterior (incluso de India o Rusia) porque “los datos nos demuestran que tiene poca densidad, y si fuese un asteroide sería mucho más denso y macizo”.
Además, “tenemos confirmación de que en Ceilán se ha escuchado la caída del objeto a la velocidad del sonido -hace muchísimo ruido- y parece que ha caído justo al sur de las costas de Sri Lanka”.
En las próximas semanas, cuando toda la información captada por los telescopios de la NASA y de la ESA se procesen “seremos capaces de saber de dónde venía ese objeto y podremos reconstruir toda su trayectoria”, y su origen, que podría remontarse a 2009.
“Podría ser unos de los objetos vistos en 2009 a los que luego perdimos la pista”, explica el responsable de la empresa española. EFEfuturo
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Fuente: Agencia EFE Futuro
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