Pequeños consejos a la hora de comprar un móvil chino

El premio de explorar nuevas marcas es conseguir un tope de gama a precio de ganga, pero existen riesgos asociados a la compra como que no funcione bajo algunas bandas de frecuencia de redes 4G o problemas de configuración que requieren unos ciertos conocimientos tecnológicos.
Los móviles tope de gama de los fabricantes más conocidos (léase el club de los Apple, Samsung, LG o Sony por ejemplo) rebasan fácilmente los 600 euros y pueden llegar hasta a 1.000 en función de la memoria o el acabado. Tal y como está la economía plantearse semejante inversión es algo que hace temblar a muchas personas cuando piensa en que al año siguiente de la compra saldrán modelos mucho más potentes y completos o el drama que supondría que se cayera al suelo o lo robasen.
Hay un camino para comprar un móvil que incluso supere en prestaciones a los más populares por un precio más comedido y a él se llega mirando directamente a China. Allí se fabrican todos los móviles del planeta, de las marcas que tenemos siempre en mente, pero también marcas locales que ofrecen unas especificaciones que satisfarán al más exigente y también encontramos una gama muy amplia. Es fácil perderse, pero con unas pequeñas pistas muchos pueden vencer sus miedos y plantearse nuevas opciones.
Buscar mucha información
Lo primero es informarse sobre la fiabilidad y características del móvil que queremos comprar. Existen numerosos foros especializados donde muchos usuarios ya tienen en sus manos un teléfono chino. Si el teléfono no va bien o presenta algún problema enseguida lo sabremos y además podemos conocer impresiones que no se ven en las fotos de las web, como la calidad de sus plásticos, su ergonomía, el embalaje?
Después hay que plantearse si queremos una inversión más o menos segura o arriesgarnos más e intentar conseguir una ganga. Es como meter un dinero a plazo fijo en depósito de un banco, que sería ir a una gran superficie y comprar el móvil al estilo clásico; la segunda opción es una inversión en un fondo en la que nos jugamos más y la tercera sería jugar en bolsa donde podemos ganar mucho o perder mucho. Si trasladamos los dos últimos ejemplos económicos a la compra de un móvil chino, la opción menos arriesgada sería buscar en aquellos comercios virtuales que tienen sede y almacén en España y la opción más arriesgada sería comprarlo en los grandes comercios asiáticos.
Evidentemente en este último hay precios por los suelos. Eso sí, nos podemos encontrar (a diferencia de la opción de un distribuidor que opere en España) con el engorro de devolverlo o solicitar reparación si nos sale malo y, además, es posible que todos los menús estén en chino, pero seguramente partiremos del inglés. Así que algo tendremos que pelear con la configuración. Las diferencias entre los móviles adquiridos a un distribuidor que trabaja en España o comprarlo a un vendedor asiático a través de plataforma muy populares como Aliexpress, por ejemplo, pueden ser de unos 100 euros a favor de este último. Eso sí el riesgo, como hemos explicado es mucho mayor o más que riesgo la terea de contactar con el vendedor, explicarle los problemas y conseguir un nuevo terminal.
Eso sí, ya sea con la adquisición en una tienda virtual o física que importe móviles chinos podemos hablar de que el precio supone, de media, la mitad del de un teléfono con similares características de marcas americanas, coreanas, taiwanesas o japonesas comprado en una gran superficie.
El problema del 4G
Otra duda que se cierne sobre el comprador es la compatibilidad o no con la banda de frecuencias que se utilizan en España conexión a redes 4G. Hasta hace poco se utilizaba la de los 1800 Megaherzios (MHz) y la de los 2600 MHz. Desde hace unos meses se usa también la de 800 MHz una vez liberada de otras funciones. Las dos bandas primeras es probable que funcionen con un móvil extranjero, pero no tiene por qué ocurrir lo mismo con la tercera (que cada vez más será la dominante en muchas partes del territorio nacional) con lo que tendremos un problema. Se trata de una cuestión de hardware y no se puede solucionar. Lo mejor es mirar bien las especificaciones técnicas, como las bandas se miden en MHz es posible comprobar este parámetro tanto en las instrucciones como en los menús del teléfono si ya lo hemos comprado.
Sólo en algún caso aislado las frecuencias pueden modificarse mediante la versión adecuada del firmware, pero esto ya supone adentrarse en un mundo de conocimientos y destreza que no está al alcance del usuario corriente.
Ejemplos
Pongamos un par de ejemplos. Un Xiaomi MI4, con 3GB de RAM y procesador Qualcomm Snapdragon 801 con 2.5GHz de cuatro núcleos, que además tiene resolución de 1920×1080 píxeles, graba vídeo 4K y está equipado con una gran cámara de Sony puede costar poco más de 300 euros si lo compramos a un distribuidor con almacén en España y hasta por 200 si acudimos a un vendedor chino. Por otra parte, unos 400 euros viene a costar con ciertas garantías un Meizu MX5, también con 3 GB de RAM y 32 de memoria interna. Aquí estamos ante un móvil de ocho núcleos, dual SIM, pantalla de 5,5 pulgadas también de 1920×1080, nada menos que 20 megapíxeles en su cámara trasera. En resumen, una máquina muy potente con prestaciones similares a teléfonos que rozan los 800 euros. Lo mismo que con el anterior, si acudimos a un gran bazar con muchos vendedores asiáticos podemos conseguirlo por menos de 300. Eso sí, con algo más de intranquilidad por los factores anteriormente descritos.
En principio dejamos fuera de este análisis un dispositivo que causa furor estos días como es el One Plus 2, también chino, ya que para adquirirlo se ha diseñado un novedoso sistema de invitaciones personales. Sin embargo, dicho sea de paso, muchos comercios virtuales lo venden igualmente.
Los adictos a la personalización de los móviles también estarán de enhorabuena si deciden abandonar las marcas tradicionales por los fabricantes chinos de nuevo cuño, pues abundan las carcasas y fundas de todo tipo a precios ínfimos.
En resumen, cada vez resulta más sencillo comprar móviles chinos en páginas fiables y podemos ahorra mucho dinero a costa de sacrificar garantías o tener algún quebradero de cabeza con el software. Siempre será más cómodo acudir a una gran superficie, elegir un teléfono y llevárnoslo a casa, pero con lo que gastaremos podemos tener dos móviles de las mismas prestaciones de fabricantes del Gran Dragón asiático. Dedicar muchas horas a informarse sobre el terminal y el vendedor nunca será tiempo perdido y la recompensa, si todo sale bien, es muy alta. EFEFUTURO
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Fuente: Agencia EFE Futuro
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